En el mundo del fútbol hay muchos partidos que se denominan clásicos por el nivel de rivalidad de los equipos pero ninguno supera al que juegan las selecciones de Brasil y Argentina y por este motivo se le califica a este partido como un súper clásico. El Super clásico americano, que ayer tuvimos la oportunidad de presenciar en Pekín, un partido amistoso en el espectacular estadio del Nido del Pájaro, estadio emblema de los Juegos Olímpicos del 2008.
Por un lado, la selección que más estrellas luce en su camiseta, la brasileña y por otro, la selección subcampeona del último mundial y con dos mundiales en su haber.
Además, ambas selecciones tienen en sus filas a dos de los mejores jugadores del mundo como son Messi y Neymar. Compañeros de equipo en el F. C. Barcelona y que hoy se enfrentan por primera vez después del Mundial de Brasil.
En ambas selecciones, los entrenadores estrenan cargo y tanto Dunga, por Brasil, como Martino, por Argentina intentarán reconstruir sus equipos desde la perspectiva de su visión de juego y apostando ambos por un juego netamente ofensivo.
Ver sobre el terreno de juego, el nivel de jugadores como Messi, Neymar, Agüero, Óscar, Di Maria, Kaka, Pastore, Tardelli, entre otros, garantiza un buen espectáculo de juego y goles.
El partido tuvo fases de buen juego por ambas selecciones y en una primera parte igualada, Brasil se fue con ventaja al descanso después que Messi fallará un penalty en el tiempo de descuento.
La segunda parte la palabra amistoso del partido se convirtió en una lucha por ganar un partido que siempre da prestigio para el vencedor y un poco de humillación para el perdedor. Atacó Argentina, siempre liderada por Messi, pero una buena defensa comandado por David Luiz esperaba con paciencia el golpe definitivo para ganar el partido. Fue Tardelli quien marcó el 2-0 y Brasil se llevó el súper clásico en una noche agradable y ante 52.000 espectadores.
Gregorio Manzano Ballesteros
Head Coach of Beijing Guoan Football Club