Imagínense la jornada 4 de cualquier campeonato de Liga. Se enfrentan el líder con 3 victorias, 7 goles a favor y uno en contra y su rival tiene 0 victorias y 3 goles a favor y 7 en contra. Las apuestas estaban un 75% contra 25% de uno contra otro. Si hubiera que apostar al 1X2, nadie dudaría en apostar al 1 fijo y tal vez a una X por si saltara la sorpresa, pero casi nadie jugaría al 2 de forma racional. Además, este era el penúltimo partido de la jornada y el líder jugaba en casa para seguir manteniéndose como primero mientras el otro equipo era colista ya que en esta jornada el otro equipo que tampoco tenía puntos empató su partido. Así pues, la PRESIÓN era máxima.
Este escenario no es imaginario, fue real y sucedió el domingo en la Superliga China. El partido se jugaba entre el Shandong Luneng y mi equipo, el Guizhou Hengfeng.
En mis 4 temporadas anteriores en China jamás había perdido tres partidos consecutivos y para mi era una nueva experiencia. Las circunstancias de las tres derrotas han sido varias pero principalmente la lesión de nuestro máximo goleador Jelavic, y la de nuestro experto defensa central Duwei, también la incorporación tardía al equipo de los jóvenes jugadores sub23. Todo suma y todo resta en este mundo tan complicado que es el fútbol.
Precisamente en el fútbol tener o no tener CONFIANZA es muy importante para poder afrontar la competición de una forma u otra. Para mi es fundamental. Y en este partido nos jugábamos gran parte de la confianza en nosotros mismos de cara a conseguir el objetivo final del campeonato. La confianza es la seguridad que tiene un equipo en sí mismo y yo no quería que el equipo la perdiese. No la habíamos perdido aún, pero estábamos en camino de que así fuera. Por lo que este partido era fundamental. Por tanto, había que jugar y rendir en esta determinada situación y me centré en este concepto tan importante antes del partido. Había que tener CONFIANZA para derrotar al rival.
Trabajamos durante la semana algunos aspectos importantes como fueron:
1- Una buena preparación física y táctica, cambiando nuestro estilo de juego.
2- Establecer objetivos realistas a corto plazo como que ganando el partido saldríamos de la zona de descenso. Además, ya habíamos jugamos contra este rival en su estadio el año anterior y no pudieron empatarnos hasta el descuento. Así que les pusimos imágenes de aquel partido para que visualizaran nuestra superioridad en el campo y reforzarles la confianza.
3- Y sobre todo, utilice el refuerzo y pensamiento positivo de que salieran al campo con tres ideas muy claras. La primera, que saltarán al Estadio con la cabeza alta y mirando al rival de igual a igual. La segunda, que en caso de algún contratiempo en el partido, se unieran como equipo y se ayudaran entre sí. Y la tercera que no tuvieran nunca miedo al rival.
Resultado final. Ganamos 0-2.
Mi conclusión es que ganamos porque jugamos mejor que el Shandong. Tuvimos confianza y seguridad y sobre todo no nos dio miedo ganar. Dice un proverbio japonés que “si miras hacia arriba no hay límites” y eso espero a partir de ahora que hagan mis jugadores. Aunque el fútbol no es una ciencia exacta.
Saludos
Gregorio Manzano Ballesteros
Entrenador del Guizhou HengFeng F.C.