El primer y único técnico español en la Super Liga China, Gregorio Manzano, inicia el domingo su segunda temporada en el país asiático con un único objetivo: poner patas arriba otra vez el ecosistema de un campeonato que su equipo, el Beijing Guoan, alteró el pasado año de una manera tan impactante como para que él fuese nombrado mejor entrenador del torneo. El suyo, un conjunto en manos de un holding de empresas estatales con mano férrea en las finanzas y con el cuarto presupuesto de la Liga, plantó batalla hasta el último encuentro al todopoderoso Guangzhou Evergrande, que acabaría finalmente levantando el título por cuarta vez consecutiva. Este año, la lucha entre los equipos que dirigen Fabio Cannavaro y Manzano se presenta como lo más atractivo en el campeonato asiático.
El andaluz accedió a iniciar su aventura al otro lado del mundo después de escuchar a los dueños de su actual club y los consejos de un ex sevillista, Fréderic Kanouté. “Y no me arrepiento. Ha sido la mejor temporada como entrenador de mi carrera. Rompimos muchos récords, como ganar por primera vez al Evergrande”, rememora Manzano. “Lo más fácil en este país es entrenar. El idioma es el gran inconveniente y eso que tenemos interprete de castellano, coreano e inglés. En el primer partido que jugamos, el presidente me pidió que no perdiésemos por mucho. Entendían la dificultad de la empresa y asumían la derrota. Empatamos y después firmamos el mejor inicio de la Liga del club”, cuenta un técnico que alcanzó su primera conquista recién aterrizado en Pekín: se aprendió el nombre de todos sus futbolistas en la primera reunión. A partir de ahí, se volcó en el conocimiento del idioma, “pero es muy difícil y sólo manejo lo básico que tiene que ver con el fútbol”.
Gregorio Manzano, renovado para las próximas dos temporadas, arranca la Liga con el primer objetivo conseguido, el pase a la fase de grupos, que ahora lidera, en la Champions asiática, y con las ideas muy claras. “Como poco el propósito es repetir lo del año pasado. Sabemos que el listón está alto. Pero este equipo tiene amor propio y quiere mejorar. Queremos pelear con el Evergrande de nuevo”, advierte. Y eso que la gran temporada cuajada ha acabado pasando factura. “El equipo se ha debilitado. Nuestro futbolista más importante, Zhang Xizhe, ha firmado por el Wolfsburgo. Tenemos un límite salarial que es todo un inconveniente. No hay desmadres económicos y se paga al día, pero no se puede acceder a determinados futbolistas. Hemos contratado a un par de jugadores de dos equipos que bajaron a Segunda, mientras que el Evergrande si deja salir a un par de internacionales es para traer a otros dos”, explica.
Mejor que en España
Una batalla desigual en lo económico que va más pareja en lo futbolístico. “He conseguido hacer mejor fútbol con este equipo que con otros muchos en España”.
El ejemplo vivido con la fuga de su estrella pone de manifiesto cómo el fútbol asiático está convirtiéndose en una mina para los ‘grandes’ del mundo. “El fútbol base está por desarrollar y a los equipos les fallan aspectos competitivos y tácticos. Pero hablamos de una Liga de 23 años cuya progresión es espectacular”. Las distancias entre Europa y Asia empiezan a minimizarse: Manzano sostiene que el Beijing Guoan lucharía por mantenerse en Primera en nuestra Liga. “En cuanto a estadísticas vi un estudio que nos comparaba a la Real Sociedad”.
Jesús Hernández
Mundo Deportivo